Tupinambis merinae - Lagarto Overo

Los individuos adultos presentan una coloración dorsal con un fondo pardo amarillento o amarronado, con franjas negras transversales desde la nuca hasta la cola. En algunas ocasiones, en vez de franjas suelen tener manchas irregulares en blanco y negro. Poseen una cabeza triangular, bien diferenciada de cuerpo, ojos grandes, pupilas circulares y una especie de tercer párpado transparente denominado "membrana nictitante". Las escamas de la zona ventral son pequeñas. Las patas poseen todas cinco dedos, más largos en las patas traseras, provistos de fuertes uñas. La cola es larga y la arrastran al caminar. Presentan autotomía (capacidad de perder y regenerar la cola como una estrategia para huir de los depredadores). Los machos son más grandes y robustos que las hembras y presentan un mayor desarrollo en la base de la cola, donde se alojan dos hemipenes (órganos sexuales masculinos), retraídos. Los individuos adultos de esta especie llegan a pesar unos 4 kg. aproximadamente.
Es uno de los reptiles más grandes de nuestro país llegando a medir 1,4 m. desde el hocico hasta la cola.

La dieta de esta especie es muy variada, basándose durante la etapa juvenil, en artrópodos, algunos moluscos y frutos como los del Tala. Luego, cuando adultos, devoran huevos y pequeños vertebrados, tales como ranas, culebras, peces, pájaros y roedores.
Al ser una especie generalista en cuanto a la alimentación, pueden habitar variados ambientes tales como bosques ribereños, pastizales, talares e incluso zonas rurales y peridomiciliarias.

Durante los meses fríos del invierno hibernan en cuevas que ellos mismos construyen o utilizan las abandonadas por otros animales. En los meses más cálidos es cuando son más activos, teniendo su máxima actividad entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde.

Alrededor de Octubre, y dependiendo de las condiciones del clima, comienza la época de celo. La copula dura unos instantes, y luego la pareja se separa y cada uno se dirige hacia lugares distintos. Ya fecundada la hembra se dedica a la construcción de la cueva en la que depositará los huevos. Esta tiene la forma de un túnel de un metro de longitud, cavado a 50 cm. de profundidad. Una vez terminada, la hembra rastrilla pastos, hojarasca y frutos, que deposita en el fondo. En este lecho, depositará alrededor de 36 huevos blanquecinos y ovalados. La cáscara es blanda y se supone que la hembra los incuba hasta que eclosionan, entre fines de Diciembre y comienzos de Enero. Al nacer las crías miden de 19 a 20 cm y a partir de los 20 días, su piel, recubierta de escamas, es de un verde metálico muy vivo y brillante.

Al sentirse acorralados presentan un comportamiento intimidatorio y de enérgica defensa con mordiscos y coletazos fuertes. De ser necesario también pueden nadar muy bien y sumergirse bastante tiempo.

En la actualidad el principal enemigo de esta especie es el hombre quien lo persigue para evitar su acción depredadora en gallineros, o por su tan apreciado cuero.

Especie no amenazada según la AHA (Asociación Herpetológica Argentina)

Material extraído de:
  • Sistema de Información de Biodiversidad www.sib.gov.ar
  • Monitoreo de reptiles, Canevari - Decarre.

1 comentarios:

Ofidios Argentinos dijo...

Muy buena data. Podría aportar que además de nadar de manera excelente, se trata de una especie muy veloz en tierra cuando se siente amenazada. A modo de experiencia personal, podría comentarles que me crié en un pueblo de la provincia de Buenos Aires donde los lagartos overos todavía tienen una presencia constante: Sierra de la Ventana. Es una especie bastante dócil, que si no se la asusta puede coexistir con el hombre en un mismo espacio, como sucedía en mi casa, donde el ejemplar tenía su madriguera en un extremo del mismo terreno. Amante de los huevos y hurgador de basura, la presencia del lagarto overo cada verano mantenía tranquilos a mis padres: si hay lagarto no hay yarará, era el razonamiento común. Y así debía ser, porque en esos años de infancia jamás nos cruzamos con una yarará. Bueno, al menos no en mi casa...

Un saludo cordial.

Patricio.